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Tuesday, February 27, 2007

La Cirrosis del Hígado es la segunda causa de mortalidad en México

La cirrosis del hígado es una enfermedad grave y puede ser mortal

 

La cirrosis del hígado es la quinta causa de muerte en la población mexicana y afecta especialmente a las personas en las edades llamadas “productivas”. Aunque podemos ser productivos a cualquier edad, los grupos de edades medias son los más afectados, según datos publicados por el Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI), entre los habitantes de 15 a 64 años de edad, la cirrosis del hígado es la segunda causa de mortalidad en México.

 

La cirrosis es una enfermedad que consiste en un endurecimiento del tejido hepático. Normalmente el hígado sano es de consistencia blanda, a través del hígado se filtra toda la sangre proveniente del abdomen, es decir, de los intestinos. Prácticamente todo lo que comemos y bebemos se absorbe en el tubo digestivo y pasa a la sangre que, por medio de venas y arterias llega al hígado. En el hígado, las sustancias son manejadas de tal manera que las que son útiles las almacena para después enviarlas a los tejidos donde hacen falta, otras, como los medicamentos y algunas sustancias de desecho, las mezcla en la bilis que se regresa al intestino para seguir su camino y salir del organismo por vía natural.

 

Algunas personas consumen bebidas alcohólicas en exceso. Las bebidas alcohólicas, todas, tienen una concentración mayor o menor de etanol que es el nombre químico del alcohol de los vinos y licores. El etanol como sustancia química es uno de los tóxicos más potentes para el organismo en general y para el hígado especialmente. El hígado es capaz de procesar cierta cantidad de etanol así como de otras sustancias tóxicas; cuando la cantidad de etanol que consume una persona es mayor que la que puede manejar el hígado y cuando este exceso afecta al hígado durante un tiempo prolongado, el hígado enferma. Aunque el abuso en el consumo de bebidas alcohólicas es muy frecuente en nuestro país y desgraciadamente afecta cada vez con mayor frecuencia a los jóvenes, ésta no es la única causa de cirrosis, las hepatitis causadas por ciertos virus también dañan al hígado cuando se hacen crónicas.

 

El caso es que ante los diferentes mecanismos de daño al hígado, éste primero se trata de adaptar químicamente y esto se traduce en lo que los médicos llaman “infiltración grasa”, lo que significa que se llena de grasa y crece en tamaño; después, si el daño continúa, el hígado empieza un proceso en el que sus células son sustituidas por tejido de cicatrización que es fibroso, duro, y se “encoge”, en otras palabras, disminuye de tamaño y como las células sanas del hígado se van muriendo, sus funciones van disminuyendo.

 

Aunque casi nunca pensamos en el hígado más que cuando se enferma, este órgano cumple funciones de gran importancia para nuestra vida y nuestra salud, así que cuando no cumple debidamente con sus funciones, aparecen síntomas que pueden ser leves, pero pueden llegar a ser muy graves. Uno de estos problemas es la llamada Encefalopatía Hepática. Entre las muchas funciones del hígado está la de “limpiar” o depurar la sangre de varias sustancias y una de ellas es el amoniaco; si el hígado no funciona adecuadamente, el amoniaco se acumula en la sangre y al llegar al cerebro, actúa como una sustancia neurotóxica, es decir, interfiere con la función cerebral y la altera en forma progresiva; al principio puede ocasionar cambios en el comportamiento de la persona (trastornos del sueño, cefaleas, cansancio, trastornos de la coordinación psicomotriz, etc), pero el daño ocasionado por la acumulación del amoniaco y otras sustancias puede ser tan intenso, que la persona puede caer en coma y hasta morir por esta causa.

 

Actualmente en nuestro país hay varios grupos de investigadores y connotados especialistas de diversos hospitales públicos y privados, que están trabajando diariamente en la búsqueda de nuevos tratamientos para las graves complicaciones de la cirrosis del hígado. Es especialmente difícil el tratamiento de la encefalopatía. Como resultado de trabajos de investigación desarrollados en Alemania, se ha encontrado que el uso de la combinación de dos sustancias llamadas L-ornitina y L-aspartato que son dos aminoácidos, es de gran utilidad para apoyar el trabajo de depuración o detoxificación que el hígado debe cumplir en los pacientes con cirrosis y que, como hemos explicado, no realiza con eficiencia cuando se padece esta enfermedad.

 

Afortunadamente, los estudios que se están realizando en nuestro país han mostrado resultados alentadores en el tratamiento de pacientes con cirrosis de diversas causas que tienen encefalopatía como complicación. Por esta razón, se espera que hacia mediados del presente año, los médicos mexicanos cuenten con una nueva alternativa de tratamiento para este problema que afecta a una creciente cantidad de la población.

 

 

Para mayores informes:

Gabriela Sánchez / Connie Villeda

Tel. 56.62.41.31 Ext. 230 y 216

gabriela@mendez.com.mx

connie@mendez.com.mx

 

 

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