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Tuesday, December 19, 2006

28 Congreso de la Sociedad Internacional de Urología

 

Demuestran un control prolongado del cáncer de próstata no metastásico de mal pronóstico

 

*Los nuevos hallazgos cuestionan los supuestos históricos y las directrices actuales para el tratamiento del cáncer de próstata no metastásico de mal pronóstico con agonistas LHRH adyuvantes



La nueva investigación presentada hoy en el 28º Congreso de la Sociedad Internacional de Urología (SIU), celebrado en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), demuestra que el tratamiento adyuvante mediante la supresión androgénica con Zoladex (goserelina) puede controlar persistentemente el cáncer de próstata, permitiendo que los varones sobrevivan a su enfermedad. Los investigadores llegan a la conclusión de que la goserelina adyuvante debería reclasificarse como tratamiento con efectos “curativos” para varones con cáncer de próstata no metastásico de mal pronóstico y piden que las actuales directrices clínicas lo reflejen así.


La investigación destaca que ya se han reclasificado como “curativos” otros tratamientos anticancerosos, como es el caso de las quimioterapias a base de cisplatino que revolucionaron el tratamiento del cáncer de testículos y que han permitido que la enfermedad se haya erradicado en una proporción importante de varones y los resultados a largo plazo de tamoxifeno usado después de la cirugía en mujeres con cáncer de mama, que llevó a que el medicamento se reclasificase como tratamiento con efectos curativos.


El doctor Neil Fleshner del servicio de Urología del Hospital Princess Margaret, Toronto (Canadá), que presentó la investigación, comentó: “Nuestro análisis de los estudios a largo plazo muestran claramente que el tratamiento con goserelina adyuvante proporciona un control prolongado del cáncer de próstata no metastásico de mal pronóstico de tal manera que un número significativo de varones sobreviven a su enfermedad. Históricamente, los agonistas LHRH fueron un tratamiento para el cáncer de próstata metastásico y los médicos hoy en día todavía consideran que la hormonoterapia adyuvante es una opción de tratamiento paliativo, a pesar de los ensayos clínicos que muestran resultados positivos para los varones con cáncer de próstata no metastásico de mal pronóstico. Los resultados cuestionan concretamente este concepto, lo que constituye un mensaje importante para médicos y pacientes por igual pues significa que la forma actual que tenemos de considerar y usar este medicamento está anticuada implicando que algunos varones podrían no estar recibiendo la mejor opción de curación.”



El concepto de “curación” en el cáncer


En oncología, el concepto de “curación” está lleno de emotividad y cargado de complicaciones: actualmente no existen técnicas diagnósticas que permitan a los médicos determinar si se han erradicado todas las células cancerosas. Por este motivo, los oncólogos son reacios a utilizar el término “curación”. En la década de los 70 se estableció por primera vez una definición de la curación del cáncer. Dicha definición proponía establecer que existe curación cuando la tasa de supervivencia de los pacientes que sobreviven sin enfermedad es similar a la de una población equiparable por edad y sexo. La primera consecuencia de este concepto fue la aceptación generalizada de las tasas de supervivencia a cinco años como una indicación del éxito de un tratamiento antineoplásico.



Sin embargo, los avances en la terapéutica, la detección precoz y la creciente colaboración internacional y participación de los datos han hecho que, en muchos cánceres, el concepto de supervivencia a cinco años se haya quedado obsoleto. Una revisión de otros cánceres del aparato genitourinario (cáncer de vejiga, cáncer de testículos y carcinoma renal) llevada a cabo por los investigadores indica que la curación varía según el tipo de tumor y el estadio de la enfermedad. Los investigadores hallaron, por ejemplo, que un seguimiento a cinco años de pacientes con cáncer de células transicionales que infiltra la capa muscular tratado con una combinación de quimioterapia y radioterapia o con cirugía no era suficiente porque la curva de supervivencia todavía no se aplanaba y en consecuencia, para evaluar la curación se necesitaba un periodo de seguimiento superior a cinco años debido a la progresión del cáncer de vejiga invasivo.



¿Es posible “curar” a pacientes con cáncer de próstata no metastásico con mal pronóstico?


Los investigadores analizaron los datos de supervivencia procedentes de cuatro estudios clínicos a largo plazo, aleatorizados y controlados, en varones con cáncer de próstata no metastásico con mal pronóstico que recibieron hormonoterapia adyuvante con goserelina después del tratamiento primario (prostatectomía radical o radioterapia). Los investigadores revisaron el caso de la goserelina porque es el agonista LHRH más utilizado y es único entre los LHRH al haber sido estudiado como terapia adyuvante en varios estudios de supervivencia aleatorizados y controlados con seguimiento superior a cinco años. A partir de estos resultados, los investigadores evaluaron si el potencial de curación se alcanzaba utilizando una definición de curación modificada específica para el cáncer de próstata definida como (1) cuando la curva de supervivencia sin enfermedad se aplana después de 10-15 años tras el tratamiento y (2) cuando la tasa de supervivencia global se aproxima a la de la población masculina sana relacionada con la edad.


Sus resultados demostraron que en los cuatro ensayos, se alcanzó el control de la enfermedad a largo plazo en una proporción considerable de varones con cáncer de próstata no metastásico con mal pronóstico (definido el mal pronóstico como unos niveles de PSA >20 ng/ml y una puntuación Gleason >8 entre otros criterios) que habían recibido goserelina adyuvante. Igualmente, las curvas de supervivencia sin enfermedad (Kaplan-Meier) se aplanaron durante el seguimiento a largo plazo, lo que indica que en muchos varones no se producía recidiva. Y finalmente, las curvan de supervivencia global indican que los pacientes no tienen una mortalidad adicional importante asociada a efectos secundarios causados por el uso prolongado de goserelina.



Directrices
Con ánimo de seguir avanzando, el doctor Fleshner comentó: “Actualmente, las directrices de tratamiento de la Asociación Europea de Urología y la Sociedad Americana de Oncología Clínica no clasifican la hormonoterapia adyuvante como tratamiento potencialmente curativo. Pero merece la pena observar que fueron unos resultados a largo plazo, en gran medida similares, usando tamoxifeno como adyuvante a la cirugía en mujeres con cáncer de mama los que llevaron a que este medicamento se clasificase como un tratamiento de efectos curativos. Creemos que la goserelina adyuvante debería reclasificarse como tratamiento de efectos curativos para los pacientes con cáncer de próstata no metastásico con mal pronóstico”

 

Acerca de Zoladex

Zoladex (goserelina) se encuentra en el mercado mexicano desde hace 15 años, y forma parte delc uadro básico de medicamentos, permite realizar el bloqueo sin la necesidad de recurrir a la extirpación de los testículos, obteniendo los mismos resultados. Además, reduce el dolor producido por las metástasis óseas en los pacientes, una de las complicaciones más severas del cáncer de próstata avanzado.

 

 

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