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Monday, April 30, 2007

Impacto psicológico de la Endometriosis

*Asociación Mexicana de Escritores Científicos

 

La endometriosis con dolor crónico puede provocar daños psicológicos duraderos

El dolor crónico en una enfermedad como la endometriosis se subestima sin imaginar que produce una serie de daños que merman la calidad de vida en la paciente, entre los que destacan: el rendimiento y productividad a nivel laboral, llegando, incluso, a la pérdida del puesto de trabajo. A nivel social, llega a provocar en la persona una sensación de aislamiento e incomprensión. Asimismo desencadena una serie de dificultades en la vida familiar, desde la incapacidad para cumplir con las actividades familiares, hasta la imposibilidad para disfrutar de la intimidad en pareja, ya que las relaciones sexuales son extremadamente dolorosas, y en algunos casos, el pensar en tener un bebé resulta imposible, ya que hay un alto índice de infertilidad en las mujeres con endometriosis.

Por lo anterior, es de vital importancia llevar la información sobre esta enfermedad a la familia, la pareja y la sociedad para que se conozca la existencia de la misma y promover la comprensión, el apoyo y evitar con ello que cataloguen a estas mujeres de exageradas al momento de quejarse de dolores intensos durante su periodo menstrual e incluso antes o después del mismo.


De Acuerdo a la especialista Sagrario Martín, doctora en Psicología de la Clínica Quirón Bilbao, España,  el daño psicológico que puede traducirse en un cuadro de depresión -baja autoestima, disminución del interés o de la capacidad para el placer en casi todas las actividades, insomnio o hipersomnia- o de ansiedad, en la que aparecen irritación, rabia y nerviosismo. La inestabilidad emocional o ciertos episodios depresivos intercalados con episodios maniacos son otros problemas psicológicos, susceptibles de asociarse a la endometriosis.

En el capítulo de la prevención, Sagrario Martín apunta que “la información sobre esta enfermedad a la familia, a la pareja y, en definitiva, a la sociedad entera, sirve para que se conozca la existencia de la misma y evitar con ello que cataloguen a estas mujeres de “exageradas”, o de que las suyas son quejas fantasma, afectando, de este modo, el sentimiento de soledad e incomprensión que sufren”.

De igual modo, la experta psicóloga asegura que “se deben crear grupos de apoyo a estas mujeres donde puedan aprender estrategias de afrontamiento al dolor y donde sus quejas sean entendidas y escuchadas, así como fomentar terapias de pareja, donde se pueda trabajar temas relaciones con el dolor y relaciones sexuales; dolor y relación de pareja; etc. Tampoco han de caer en saco roto las terapias individuales donde la mujer pueda diferenciar el dolor del sufrimiento -como consecuencia de las limitaciones que este le produce-, en un proceso de llegar a la aceptación de la enfermedad”.

En lo que se refiere a las posibles recomendaciones que han de darse a los médicos de Atención Primaria cuando sospechen que una mujer puede estar afectada, Sagrario Martín estima que “en primer lugar, además de remitir a la mujer al especialista, es necesario que se realicen grupos de apoyo y discusión, donde se genere un espacio seguro para que la mujer pueda expresar toda su problemática, valorando la calidad de vida de esta persona. Ha de tenerse en cuenta la edad en la que se está presentando la enfermedad como puede ser la adolescencia (etapa donde se está formando la personalidad y donde la autoestima puede verse gravemente dañada sino se le presta la atención debida) y el deseo gestacional, dado que la endometriosis dificulta el embarazo”.

Los daños psicológicos de la endometriosis “pueden arreglarse pero no corregirse. En todo caso, hay toda una serie de técnicas a utilizar, entre las que se encuentran, como las más utilizadas, la relajación, la respiración, la hipnosis o la visualización de los problemas. Los ya mencionados grupos de apoyo, grupos de ayuda mutua, grupos de psicoterapia, así como las sesiones de terapia individual o de terapia de pareja que también contribuyen al tratamiento”.

Existen diversas alternativas hormonales efectivas en cuanto a tratamiento farmacológico se refiere,  una de ellas es el uso de goserelina, la cual es un análogo de la hormona gonadotropina y  ayuda a disminuir las lesiones y los síntomas de dolor. Es necesario que el ginecólogo o biólogo de la reproducción determinen el más adecuado para cada caso.

 

 



 

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